Miércoles, 23 de abril. Sant Jordi, San Jorge

Empezaremos situándonos en el Medidor emocional para reconocer cómo nos sentimos y después continuaremos con la Oración como respuesta a lo que vivimos.


Por lo tanto: Tómate un momento, respira tranquilamente y respóndete… 
¿La emoción que siento en este momento es agradable o desagradable? ¿Cómo es mi energía?
¿Ahora, mira el Medidor y sitúate en el cuadrante que responda a estas dos variables?

Dejamos unos segundos…


Tres mujeres, las dos que habían estado presentes en el entierro y Salomé, compraron todo lo necesario y se dirigieron, muy de madrugada, a ungir el cuerpo de Jesús con óleo y bálsamo, como era costumbre en los entierros. El sábado, día de riguroso descanso, había pasado ya y había comenzado el primer día de la semana.

Justamente salía el sol cuando llegaron al sepulcro. Sabían que había una piedra grande a la entrada e iban hablando sobre quién se la movería para poder entrar. En esto, miraron y vieron que la piedra estaba removida. Entraron en el sepulcro y vieron dentro, a la derecha, a un joven sentado, que llevaba largas vestiduras; ellas se asustaron.

Él les habló diciéndoles: "¡No os asustéis! Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado. No está aquí. Ved, aquí yacía. Id y decid a sus discípulos y a Pedro, que Él os precederá a Galilea, como dijo. Allí le veréis". 

Escuchamos: ¿Porqué lloras?