Jueves 1 de diciembre de 2022.

 ¡Buenos días familia!

 

El pasado domingo comenzó el Tiempo Litúrgico de Adviento, es decir, todos los creyentes en Jesús, toda la comunidad de la Iglesia nos hemos puesto en alerta para preparar nuestro interior para celebrar como se merece el nacimiento de Jesús. Adviento es tiempo de cambio, de dar una vuelta a nuestra vida y de repetir muchas veces: ¡Ven Señor Jesús! Jesús viene a nuestra vida, se quiere sentar entre nosotros… pero para eso... hay que saber esperar.

 

A veces hay que esperar,

porque las palabras tardan

y la vida suspende su fluir.

A veces hay que callar,

porque las lágrimas hablan

y no hay más que decir.

A veces hay que anhelar

porque la realidad no basta

y el presente no trae respuestas.

A veces hay que creer,

contra la evidencia

y la rendición.

A veces hay que buscar,

justo en medio de la niebla,

donde parece más ausente la luz.

A veces hay que rezar

aunque la única plegaria posible

sea una interrogación.

A veces hay que tener paciencia

y sentarse junto a las losas,

que no han de durar eternamente.