Lunes, 6 de febrero

Nos acercamos con el corazón a todas las personas que pasan hambre en el mundo. Aunque no parezca verdad, es así, mueren personas, nuestros hermanos, por no tener comida.


Hoy, Señor, en nuestra oración de familia te decimos:

  Padre, Jesús dijo un día: "Dejad que los niños vengan a mí".

Pero no todo el mundo hace caso de su mensaje.

Por eso, yo quiero rezar hoy por todos los niños del mundo: Por los que tienen hambre.

Por los que mueren cada día. Por los que viven en la guerra.

Por los que sufren malos tratos.

Por los que están obligados a trabajar. Por los que no tienen familia,

ni una casa, ni una escuela, ni un hombro sobre el que llorar.

Yo quiero rezar hoy por todos los niños del mundo para poderte consolar.




Acabamos juntos rezando un PADRENUESTRO