Martes, 25 de abril
¡Buenos días familia!
Hoy, Señor, en nuestra oración de familia te decimos:
Cristo, vengo a cruzar mi vida con la tuya y a pedirte que camines a mi lado. Yo sé, aunque mi vida es aún joven, que Alguien, Tú mismo,
tiene que darle sentido.
Tal vez eres como una sorpresa.
Tal vez se te encuentra a la vuelta de una esquina.
Yo creo, Jesús de Nazaret, que eres un hombre de camino en camino,
un Dios de nuestros caminos.
Jesús, Tú sales a nuestro encuentro, y te fijas en nuestras pisadas,
y en el polvo que dejamos al caminar.
Jesús, Tú no eres nada fácil. Tú no eres nada hecho.
Tu vida es sencilla y audaz.
Jesús, Tú no tienes casa, ni bolsa para llevar tus cosas,
ni cartera para el dinero.
Tu vida es el encuentro con los hombres.
Y tu riqueza es decirles, uno a uno, miles a miles,
que Dios es Padre y es preciso querernos.