Lunes, 18 de septiembre

¡Buenos días familia! Comenzamos una nueva semana. Hoy una historia.


Caía la tarde en los jardines del palacio del Duque. Éste paseaba entre los árboles y setos llenos de flores, acompañado por un músico ciego, que también hacía las veces de consejero, dada su sabiduría. 


Mirando el sol que ya se preparaba para dejar paso a la noche, el Duque dijo al músico:


- Ya tengo 60 años y aunque quisiera estudiar y leer algunos libros, creo que ya es demasiado tarde.

- ¿Por qué no enciendes la vela? Sugirió el músico.

- ¿Cómo se atreve un siervo mío a bromearme? – dijo enfado el Duque.

- Yo, un músico ciego, nunca me atrevería a bromear de mi señor. Pero he oído decir que si un hombre es aficionado al estudio en su juventud, su futuro será brillante como el sol de la mañana; si se aficiona al estudio en su edad media, será como el sol de mediodía que deja huecos sin iluminar; mientras que si comienza a estudiar de viejo, será como la llama de una vela. Aunque la vela no es muy brillante, al menos es mejor que andar a tientas en la oscuridad. El Duque estuvo de acuerdo.


Señor, en nuestra oración de familia te decimos hoy:

Aunque a veces nos quejamos hoy queremos dar gracias por poder estudiar, aprender, por poder trabajar cada día por nuestro futuro. Gracias porque podemos hacer de nuestro futuro una gran luz. Gracias Señor.


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