Martes, 14 de noviembre

ETAPAS EN LA VIDA DEL V. H. GABRIEL

IV. El período de la interiorización (14-17 años). 

Esta fase de su vida, que coincide con los cuatro años de permanencia fuera del pueblo, primero en Plagne y luego en Châtillon-de-Michaille, se caracteriza por una mayor reserva y seriedad. Los juegos se hacen más raros y dejan lugar a las primeras actividades de apostolado y de testimonio. El paso está marcado en parte por las críticas de sus hermanos (y de otros jóvenes de su pueblo), que se mofan de sus actitudes religiosas... 

Por otra parte, por la edad (al llegar a la adolescencia Gabriel se muestra más reservado), y, sobre todo, por la formación recibida en la escuela presbiteral. En sus frecuentes regresos al pueblo, pone en práctica lo que va aprendiendo y descubriendo en la escuela. Su “celo”, es decir su fe, se manifiesta en la celebración de las misas en lugares más aislados y de forma más seria, en la inclinación a pronunciar sermones (o dar catequesis).

La Sra. Josefina Taborin, prima de Gabriel, que como mujer y madre conoce bien los sentimientos de una madre, nos confiesa que, “aunque su madre sentía pena de ver que su hijo era ridiculizado por el celo que ponía en todo lo referente a las ceremonias y al culto divino, sin embargo, soportaba todo con paciencia, porque veía que su hijo se sentía atraído por el bien.  Por otra parte, gozaba de estima de la gente de bien, y de todos los que se sentían atraídos por la piedad”.

En nuestra ORACIÓN DE FAMILIA  hoy, Señor,  te damos a gracias por:

Por todas las personas que conocemos y que cada día nos dan testimonio de su fe. Gracias por los profesores, catequistas, por nuestra propia familia que al igual que el H. Gabriel nos acercan más a ti con sus palabras y obras. Gracias Señor.


Pintura de la cara de un hombre

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