Martes, 9 de abril

PAZ, UN DON DE PASCUA


En el evangelio del domingo, Jesús resucitado saluda a sus amigos, tres veces, con el saludo “Paz a vosotros”.

La necesidad de paz es un anhelo de siempre, de todas las personas. Sin embargo, resulta un contraste muy llamativo el que hoy día se da entre nuestra sociedad de gran desarrollo científico, económico, técnico… y la barbarie que somos capaces de producir o tolerar. 


Y es que la paz no es una meta que debamos alcanzar un día para después olvidar, sino que es algo que se está construyendo (o, de lo contrario, destruyendo) todos los días, a cada momento, algo por lo que debemos trabajar con firmeza; es una actitud de vida. 

La paz, desde la fe, es un regalo de Jesús Resucitado, nos da y que nos llena de plenitud. Que florece en nuestro corazón, en nuestro interior, y en nuestro exterior, y es responsabilidad de cuidarla todos los días, acrecentarla, compartirla. 


También, no solo, en las situaciones de guerra y conflicto como las que vivimos actualmente en bastantes lugares.


Oración: Jesús, tú que enviaste la paz sobre tus discípulos cuando te presentaste ante ellos resucitado, regálanos ser dignos de recibir el don de tu paz, para construirla y recrearla en nuestro entorno y en nuestro mundo. Amén


Canción : Mi entorno