Viernes, 12 de mayo
¡Buenos días familia!
Cuentan que, en cierta ocasión, llegó un misionero a un pueblo indígena.
Los habitantes del pueblo recibieron al misionero con grandes atenciones y se dispusieron a escucharlo.
- Vengo a traer una Buena Noticia, la noticia de un Dios Padre, que nos quiere a todos y desea que vivamos como auténticos hermanos, sirviéndonos y ayudándonos unos a otros. ¿Vais a aceptar la noticia y a recibir en vuestro corazón a ese Dios Padre que nos ama a todos como verdaderos hijos?
Calló el misionero y los indígenas permanecían en silencio.
- ¿Lo aceptáis o no? insistió desconcertado el misionero.
Al rato, se alzó serena la voz del jefe del lugar diciendo:
- Quédate a vivir con nosotros unos días y si en verdad vives lo que quieres enseñarnos, entonces volveremos a escucharte.
Hoy, Señor, en nuestra oración de familia te decimos:
Ayúdanos a cambiar el derrotismo, la cara de vinagre, la mala baba que muchas veces tenemos. Ayúdanos a cambiarla por la alegría, la amistad sincera y el compromiso con los demás. Que sepamos dar testimonio con nuestra vida. Te lo pedimos, Señor.