Lunes, 13 de eenro

Empezaremos situándonos en el Medidor emocional y después escucharemos el Evangelio del domingo para reconocer cómo nos sentimos y ver que desde Jesús, siempre hay una respuesta a cualquier de las circunstancias que estemos viviendo.


Por lo tanto: Tómate un momento, respira tranquilamente y respóndete… 

¿La emoción que siento en este momento es agradable o desagradable? ¿Cómo es mi energía?

¿Ahora, mira el Medidor y sitúate en el cuadrante que responda a estas dos variables?


Dejamos unos segundos…

Y escuchamos la lectura del Evangelio del pasado domingo: 



“En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».”


Palabra de Dios 

(Contestamos todos: te alabamos Señor)