2 de diciembre
DÍA 2, Martes
¡Buenos días!
Hoy proponemos comenzar nuestro momento de oración de la mañana con esta
relajación.
https://youtu.be/XMbvcp480Y4?list=RDXMbvcp480Y4
Posición:
Pide a los chicos que se sienten cómodamente en sus sillas con la
espalda recta, los pies planos en el suelo y las manos sobre sus muslos o el
pupitre.
(Habla con un tono de voz calmado, lento y
uniforme. Haz pausas entre las frases clave.)
(Inicio
- 30 segundos)
"Buenos
días a todos. Vamos a tomarnos unos minutos para soltar la prisa y
centrarnos antes de empezar. Por favor, sentaos cómodamente en vuestra silla,
con la espalda recta pero relajada. Los pies en el suelo.
Podéis
cerrar los ojos suavemente, si os sentís cómodos. Si no queréis
cerrarlos, simplemente dirigid la mirada hacia el suelo o vuestro pupitre.
(Atención a la Respiración - 1 minuto)
Ahora,
escucha la música de fondo mientras diriges tu atención a tu
respiración.
Simplemente
respira de forma natural, sin forzar nada. Inhala... y exhala.
Siente
cómo el aire entra por tu nariz, llenando un poquito tu pecho y tu abdomen... y
cómo sale lentamente, llevándose cualquier tensión que puedas tener.
Inhala:
paz. Exhala: cualquier pensamiento sobre lo que pasó ayer o lo que
pasará después.
(Escaneo Corporal Rápido - 1 minuto)
Siente
tus hombros. Quizá están un poco tensos. Déjalos caer...
Relájalos. Relaja tu mandíbula. Aflójala. Relaja los músculos de tu
frente y alrededor de tus ojos.
Ahora,
dirige toda tu atención a tus manos. Nota dónde están. Si hay tensión,
déjala ir. Siente el peso de tus brazos...
(Regreso y Centramiento 1-2 min)
Vamos
a volver al presente, aquí, en el aula. Escucha la música una vez más...
Siente el contacto de tus pies con el suelo... Siente tu cuerpo apoyado en la
silla. Estás seguro, estás aquí, estás presente.
Antes
de abrir los ojos, piensa en una intención simple para tu mañana. Algo
como: “Voy a estar atento”, “Voy a ser paciente”, o “Voy a dar lo
mejor de mí”.
Guarda
esa intención contigo para el inicio del día. A tu ritmo, lentamente, empieza a
mover un poco los dedos de las manos y de los pies. Y cuando te sientas
listo, abre los ojos. Terminamos con esta oración:
Señor Jesús, al comenzar este tiempo de Adviento, abrimos
nuestros corazones. Te esperamos, no solo para la fiesta de la Navidad, sino
para vivir con más alegría, esperanza y fe.
Ayúdanos a sanar nuestro
corazón para amar más, perdonar más y esperar con paciencia. Que tu luz disipe
las sombras de nuestros miedos, la prisa y las distracciones para poder
descubrirte presente entre nosotros cada día.
Inspíranos, Señor, a ser como María, que se atrevió a decir "sí" a tu voluntad.
Haz que nos
demos cuenta de que tú quieres nacer en nuestros corazones generosos,
solidarios y sinceros.
Que nuestra vida sea un
testimonio viviente de tu amor. Ayúdanos a prepararnos para ti sirviendo a los demás,
mostrando tu luz y sal alrededor de nosotros.
En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.